Katy Jara: "Martha no tiene escrúpulos"



““Martha” es la empleada de la casa de “Los del Prado”, y es ambiciosa, floja, avarienta, siempre busca el poder, y se involucra con gente que le puede dar ese poder. Es una chica que no tiene escrúpulos”, sostiene la bailarina y novel actriz Katy Jara sobre su papel en “La Tayson, Corazón rebelde”, la novela de Frecuencia Latina que protagonizan Vanessa Terkes y Jason Day.

Un personaje malvado

Sí, (risas). Es una chica conflictiva, que constantemente busca la pelea con todos.

Entonces, ¿no se parece en nada a ti?

Lo único que Martha tiene de mí es la sensualidad que toda mujer posee, y que usamos para conseguir lo que queremos, pero nada más, es muy diferente a mí. Todo lo que he conseguido en la vida ha sido con mi trabajo, con mucho esfuerzo.

¿Tu popularidad ha aumentado?

Hay buena acogida del público. Si bien es cierto, el personaje es un poco odioso, a la gente le está gustando esas cositas de Martha.

¿Qué te dicen en la calle?

A los chicos les llama la atención las escenas que hago con Alberto Isola. Hay muchos piropos, me dicen “que rica estás”, “yo no te quiero de empleada, sino de patrona”, “eres perfecta para ser la madre de mi hijo”, y cosas así, pero con mucho cariño.

¿Este es tu debut actoral?

Anteriormente grabé unas escenas para Canal 5, para “El Enano”, donde interpretaba a una chica que quería ser cantante, un personaje muy parecido a mí.

Tuviste escenas fuertes y sugestivas con Alberto Isola

Al principio me dio mucho temor hacer esas escenas con Alberto, porque es un súper actor, es una figura muy reconocida, me sentía “chiquita” a su lado, pero él mismo me dio la confianza necesaria, me dio su amistad, y creo que hemos hecho buena química. Alberto es una de las personas que más me ha apoyado.

¿Cómo va el corazón?

Tranquila, soltera.

¿Hay reconciliación con el padre de tu hija, Lalo Capuñay?

Solo llevamos una relación cordial de padres, y al parecer no hay reconciliación.

¿Hay pretendientes?

Parece que se me corren (risas). Si vuelve a llegar el amor, le abriré las puertas, pero en su momento, ahora no hay nada.

Trome