Cumbia y trepadoras

En el boom de la cumbia no todo es éxito, dinero, viajes a Europa, conciertos diarios o grandes taquillas. Muchachos humildes, provincianos, limeños de barrios populares que de la noche a la mañana comienzan a tener 'fans enamoradas' a raudales. Definitivamente, uno va a un concierto de los principales grupos cumbiamberos como 'Los hermanos Yaipén', 'Grupo 5', 'Caribeños' o 'Los Villacorta', entre otros, y puede ver que las muchachas se les regalan 'como canchita en cebichería' a los cantantes.
En la música, siempre se manifiestan estos fenómenos. Como en el mundo del rock, a las fanáticas que les gusta meterse a los camerinos -y a las camas- de los músicos las llaman 'groupies'. Los rockeros, viejos zorros, saben cómo tomar estos asedios. La mayoría son casados, algunos viajan con sus esposas, otros están solos, pero saben cómo capear el temporal y toman esos encuentros como 'gajes del oficio', sin que amenacen siquiera hacer un huequecito en su búnker familiar.
Un idolatrado y deseado David Bowie mantiene un matrimonio indestructible con su esposa Iman. Raphael bate todos los récords con la madre de sus hijos, Natalia, una unión de décadas. El mismo Julio Iglesias resistió las tentaciones de la carne por años y esperó separarse de su esposa Isabel Preysler cuando sus hijos ya estaban grandecitos.
Pero a nuestros cumbiamberos, la mayoría casados con hijos bebitos, ni bien empezaron a saborear la miel del dinero y la 'fama', no se les ocurre otra cosa que abandonar a la mujer que los conoció comiendo un menú de 3 'lucas' y movilizándose en 'combi' por la Túpac Amaru, San Juan de Lurigancho o Monsefú, y formó un hogar con ellos y los apoyaron cuando empezaban en este negocio.
Y lo peor es que se van a la mala, abandonando hijos bebitos, como locos, con bailarinas que al ojo uno las saca que solo están con ellos para colgarse de su fama y recibir los regalitos por cada presentación, donde reciben 'bolos' de hasta 500 soles. El amor no es eterno y cada uno tiene derecho de terminar una relación si esta no funciona, pero resulta sintomático, anormal, que muchos cantantes de los principales grupos han destruido sus matrimonios por bailarinitas de dos por medio, con una pinta de angurrientas y treponas que ni les cuento.
El boom de la cumbia, como toda moda, será pasajero. Los Luchos, Christian, Josimars, Jonathans, volverán a su realidad. Allí verán si esas mujeres estarán con ellos cuando ya no haya grandes conciertos, ni giras, ni bonos, ni invitaciones a la tele.
Apago el televisor.
FUENTE: EL TROME